Kroptkin

LA LIBERTAD NO SE DA, SE TOMA. Kropotkin

miércoles, 22 de mayo de 2013

Mierda de profesión




No sé qué organización internacional, de estas que se dedican a hacer estadísticas y ránquings, sitúa la profesión de fotoperiodista cómo una de las peores posibles. No me extraña. Es un trabajo que si no te gusta de verdad, mejor que te dediques a otra cosa. Precariedad laboral, muy mal pagada, prisas, estrés, etc. Si tenemos en cuenta que algunos fotoperiodistas trabajan en zonas en conflicto, le debemos sumar el peligro de que te devuelvan a casa en una caja de pino...

Pero dejando a un lado los llamados fotógrafos de guerra, los que somos más de estar por casa, vemos como cada vez se hace más difícil hacer nuestro trabajo, y no estoy hablando de los muchos despidos que han habido últimamente en los diarios, que también, sino que me refiero al día a día.

Un ejemplo claro es cuando toca cubrir una manifestación. Ahí te conviertes en el blanco de todo dios. Para la policía, llamada también fuerzas de seguridad, eres un testigo incómodo. Hasta ahora, podías salir en el mejor de los casos con algún golpe más o menos doloroso, el equipo roto de un porrazo bien dirigido, o una ceja abierta: http://www.quesabesde.com/noticias/guillermo-valle-fotografo-carga-policial-mossos-esquadra-barcelona,1_5140

Pero últimamente, y soy testigo en primera persona, algunos manifestantes también les molesta nuestra presencia, argumentando que nuestras imágenes son utilizadas por la policía para identificarlos y denunciarlos falsamente, amén del consabido "prensa manipulación" ( y ojo, que razón no les falta en este último aspecto). En la última manifestación que estuve en Barcelona, una manifestante me dio una octavilla en la que se me pedía que dejase de hacer fotos y guardase la cámara, acabando con un "la próxima vez que te avisemos no seremos tan amables". Gracias.

Pero parece que la cosa aun se está poniendo peor para los fotoperiodistas, que están de manera más seria en el punto de mira policial. Hoy sin ir más lejos han detenido a dos fotógrafos que habían cubierto varios actos de protesta en Madrid, Raúl Capin y Adolfo Lujan, el primero acusado de agredir a policías, el segundo de difundir calumnias sobre ellos en las redes sociales.

Lo dicho, una profesión jodida, muy alejada de esa imagen romántica a lo Robert Capa desembarcando en Normandia y tomando luego unos wiskys en Montecarlo...

2 comentarios:

Eva Luna dijo...

Sois nuestros ojos en los lugares que no pisamos. ¡Así que ánimo!
Os necesitamos.

Sole dijo...

Como casi todas las profesiones hoy en día, salvo la de político y banquero; vosotros sois imprescindibles, nos mostráis el mundo en todas las épocas.

bsÖs.